marzo 29, 2011

Alejandro Carrillo

De repente cuando me encuentro con algún tuit interesante, lo primero que hago es revisar el perfil completo del autor y visitar su sitio web; ya sea en facebook, youtube, formspring, o en el mejor de los casos, su blog.

Específicamente no recuerdo cuál fue el comentario que me llamó la atención de @alejandrotuit, pero al revisar su blog me encantó el título. Leí un par de entradas y sin dudar, lo seguí en tuiter.

En los próximos días comencé a recibir sus mensajes, que resaltaban de muchos otros por la riqueza de su contenido. Hasta ahí todo normal. Cuando de repente, me topo con la invitación que realizó para compartir #VersosMarinos, envié uno o dos; y bueno, no le tome tanta importancia. Pero la siguiente semana mientras revisaba su blog me di cuenta de que se trataba realmente todo este relajo.

Creó una entrada para todos los #VersosMarinos que recibió en la semana, e invitó a todos sus lectores a combinarlos para formar poemas con dichos versos.

¡Woooow! ¡Excelente idea! Surgieron poemas exquisitos, con matices inimaginables desde una misma frase, renovándola mediante una transformación colectiva, con el estilo personal de cada compositor literario. De verdad, que buena idea.

Cada semana se pone a consenso el tema. Por ejemplo, ahora estamos con los #VersosParaBeber. Digo estamos porque eso es lo más genial, la interacción literaria... y ésta, es sólo una de las secciones de su blog. O.O!

Cuando el parloteo de twitter los lleva al sinsentido, cuando las caídas en youtube ya no sean graciosas, o cuando facebook se vuelva tedioso; recuerden que Alejandro creó un oasis literario llamado “Diario de un Chico Trabajador”


PD. Les dejo un bonus track cortesía de la hermosa mente de Odeta Amalfi:



“Buscandole el Remedio”



Recordándote como cada día,
me lance al tianguis a hacer la compra matutina.
Pensando en que quisiera ser en tu vida,
esa quien te cargue las bolsas hasta la cocina.

Y entre películas piratas y las replicas baratas,
pensaba cual fue el momento en que yo meti la pata.
Porque en el puestesito de mi alma sólo hay una regla,
no regatear ninguna pieza porque en su calidad lleva la pena.

Y es que estoy como una manzana que acaban de partir en dos,
desde que tu te fuiste ya no siento el corazón.

Y después de tanto puesto, garnachas, empujones y toqueteo.
Se me olvido mi monedero,
donde buscándole el remedio, acabe sin quererlo
haciendo un caldo con el verdulero…

@almalibre88

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